¡Me voy a Mérida!
Nota del editor: Esperamos que disfruten esta última colaboración de nuestro escritor invitado, Jonathan Ruiz, quien también escribe para El Financiero en la Ciudad de México. Qué suerte la nuestra, él y su familia tienen una casa en Yucatán, así que también podemos disfrutar de su talento aquí. Esta semana, nos trae información sobre quiénes realmente se están mudando a Yucatán… y quizás por qué. ¿Ustedes qué opinan?
El hombre lleva una gorra de béisbol. En ella se puede leer en español: Si gana Trump me voy para Mérida. Traducción: If Trump wins, I'm going to Merida.
Es una imagen graciosa de una persona que parece turista, tomada aparentemente en un aeropuerto. Seguramente lleva la gorra a modo de broma. Su imagen circuló entre mis amigos antes de las recientes elecciones políticas en Estados Unidos, a través de la popular red social llamada Whatsapp.
Al fin del mundo…
Hay muchos dichos populares entre los mexicanos que siempre describen el pacífico estado de Yucatán como el lugar al que ir cuando se acerque el fin de la humanidad. El más común dice así: Al fin del mundo, me voy a Yucatán. En otras palabras, cuando parezca que el mundo se va a acabar, me voy a Yucatán.
Porque Mérida siempre ha estado un poco atrás del resto del mundo. Porque Mérida y Yucatán, hasta hace poco, han estado muy aislados del resto de México y del mundo. Porque en Mérida hay paz, a diferencia, parece, del resto del mundo.
Probablemente el fin del mundo no esté tan cerca. Pero en este momento, deben entender que muchos mexicanos consideran que los resultados de las elecciones en Estados Unidos son una amenaza para su prosperidad. Algunos de ellos están considerando mudarse a Yucatán. Según Google Trends, el número de búsquedas relacionadas con Mérida aumentó 20 por ciento en México después del 9 de noviembre, cuando finalmente se decidió el resultado de la elección presidencial en Estados Unidos.
¿De verdad muchas personas están viniendo a Yucatán? Bueno, piensen en esto: 7%. Ese es el porcentaje de aumento en la población del estado entre 2010 y 2015, según datos oficiales del INEGI, el instituto mexicano que hace el censo. Hay 2.097 millones de personas viviendo en el estado de Yucatán hasta 2015.
Esto está por encima del incremento promedio nacional del 6% durante el mismo periodo.
En específico, sobre inmigración hacia Yucatán, esta agencia gubernamental tiene información solo para 2010 y solo para movimientos dentro del país. Hasta ahora, no han estado midiendo la llegada de extranjeros. Así que no, todavía no tenemos cifras exactas de expatriados en Yucatán.
El INEGI dice que entre 2005 y 2010, casi 50,000 personas llegaron a Yucatán, principalmente desde Quintana Roo, Ciudad de México y Campeche.
Hacer vida en Yucatán
¿Qué tan fácil es ganarse la vida en Yucatán una vez que ya estás aquí?
Hay dos tipos de respuestas que he escuchado cuando les pregunto a los yucatecos sobre esto. La mayoría no parece estar tan preocupada por la economía como la gente de otras ciudades mexicanas.
Pero algunas personas que viven en Yucatán reconocen que la economía necesita crecer. Hablé con una de las dueñas de una empresa local de chocolate que es originaria de Bélgica.
Aunque está feliz de vivir aquí con un negocio próspero, reconoce los límites del tamaño de la economía. Le pregunté si le interesaría que alguien más distribuyera sus productos en Yucatán.
“No lo creo”, me dijo. “Es un mercado pequeño…”, respondió, quien ya tiene tres tiendas operando bajo su marca, Ki’Xocolatl.
Consideren esto. Los mexicanos ganan en el mercado formal, en promedio, 295 pesos por día. Esa es una cantidad extremadamente pequeña. Pero los yucatecos ganan solo 216 pesos, un poco más de 10 USD por todo el día, y por debajo del promedio del país.
Esta información probablemente debería llevar una advertencia, ya que las autoridades solo están midiendo el ingreso de las personas integradas al sector formal de la economía, aquellas que pagan servicios de seguridad social a través del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social).
En otras palabras, estos datos vienen de los reportes que las empresas entregan a las autoridades mexicanas con base en el seguro social que pagan a sus empleados. Pero en este país, y particularmente en Yucatán, la economía informal es enorme. Entonces, ¿la economía va bien? ¿O no? Tú decides…
Crecimiento de Yucatán
Finalmente, un dato relevante: Yucatán está creciendo más rápido que el resto de México. El INEGI publicó recientemente el ITAEE, un indicador del PIB estatal. El estado sureste de Yucatán creció 4.1% durante los 12 meses previos a junio de 2016. Compárenlo con el 2.5% de crecimiento nacional del PIB o con la disminución del 6% en el estado vecino de Campeche, que depende casi por completo de la industria petrolera.
Yucatán tiene una buena historia que contar. Yucatán no es un estado que dependa de exportaciones o del petróleo. La economía yucateca es una economía de servicios, con fuerte negocio en turismo, y en alimentos y otros servicios vendidos a otros estados mexicanos que también tienen ingresos por turismo. La economía de Quintana Roo, por ejemplo, creció 5.5 por ciento durante el mismo periodo. ¡Bien por Cancún! Y bien por Yucatán también, porque muchos de los insumos y servicios que necesita Quintana Roo los provee Yucatán.
Considerando el escenario que pinta el presidente electo de Estados Unidos sobre México, quizás no sea mala idea estar del lado del país que está un poco aislado de la poderosa industria automotriz. Esa industria ha invertido mucho en México, y esas inversiones se perciben como algo que ha dañado a millones en Estados Unidos. Tal vez esos millones de personas buscarán compensaciones que contrarresten lo que sienten que han perdido.
Si estás pensando en huir a Yucatán para escapar de todo, tal vez quieras considerar que aquí también hay grandes empresas invirtiendo. AB Inbev está apostando más de 300 millones de USD en una cervecería en Hunucmá que abrirá el próximo año. Bunge, el gigante vendedor de harina de trigo que tuvo un ingreso anual de más de 43 mil millones de dólares en 2015, está construyendo un molino de 30 millones de USD cerca de Mérida. Muchas grandes empresas mexicanas también están apostando por la industria restaurantera y hotelera aquí.
Podrías estar pensando en venir a Mérida al fin del mundo… después de todo, es un dicho muy conocido en México. Pero el mundo está llegando a Mérida más rápido de lo que crees.